Sigue estos consejos para preparar tu piel para el verano y poder prevenir quemaduras y posibles problemas dermatológicos derivados de una exposición solar no responsable.
¿Por qué es importante preparar la piel para el sol?
La exposición solar es muy beneficiosa para nuestra salud porque ayuda a mejorar nuestro estado de ánimo, la síntesis de vitamina D y algunas patologías dérmicas.
Pero es muy importante tomar precauciones y preparar nuestra piel para disfrutar del sol evitando posibles efectos negativos cómo quemaduras y patologías como el cáncer.
Especialmente tras los meses de frío, porque nuestra piel está más sensible al daño solar de lo habitual. Esto se debe, sencillamente, a que lleva tiempo sin recibir el impacto de la radiación solar. Cuando exponemos nuestra piel al sol, estimulamos la producción de melanina, que es uno de los mecanismos naturales de protección de nuestra piel (aunque estar bronceado no es excusa para dejar la fotoprotección de lado).
Consejos para preparar tu piel para el verano
Toma nota de estos consejos sobre cómo preparar la piel para el bronceado ¡y protegerla de la exposición solar!
1. El poder de la hidratación
Utilizar cremas hidratantes o nuestro gel de Aloe Vera de cultivo ecológico certificado para cuidar nuestra piel de forma tópica es muy recomendable, pero con eso no es suficiente. Para asegurar que nuestra piel recibe la hidratación que necesita beber agua es algo fundamental.
¿Cómo conseguir un buen nivel de hidratación en tu día a día?
Mantén a tu alcance una botella de agua a todas horas y acostúmbrate a beber un par de sorbitos cada hora. Así también te asegurarás de beber los dos litros de agua al día recomendados.
2. La alimentación como elemento protector
Ya hemos hablado extensamente sobre el poder de una buena alimentanción sobre la salud cutánea. Como sabes si quieres mantener una piel con aspecto joven y radiante las dietas ricas en antioxidantes pueden ralentizar los signos del envejecimiento.
¿Cómo aumentar el consumo de antioxidantes?
Incrementar nuestro consumo de antioxidantes es tan sencillo como incluir frutas y verduras ricas en antioxidantes, vitamina C y betacarotenos. Piensa en naranjas, zanahorias, kiwis, brócoli, cerezas o pimiento, por ejemplo.
3. Practica una exposición gradual y consciente
Los primeros días de sol es normal que lo que más te apetezca sea salir a disfrutarlo. Tras tantos días de frío, ¿a quién no le gusta notar los calurosos rayos en la piel? Como hemos comentado al principio, es en este momento cuando debes recordar que tu piel está más sensible a la radiación solar y por eso es importante realizar una exposición gradual al sol.
¿Cómo? Utiliza siempre protección solar en las zonas que estén expuestas al sol y evita tomar el sol durante las horas centrales del día.
Además, es muy importante que a la hora de escoger tu crema de protección solar, debes intentar evitar los filtros químicos y elegir aquellos productos con filtros 100% de origen mineral.
4. Protégete los 365 días del año
No nos cansamos de repetirlo: usar protección solar a diario es clave para evitar el fotoenvejecimiento y cuidar nuestra piel. Hay quien piensa que, una vez se adquiere cierto bronceado, no es necesario protegerse tanto, pero nada más lejos de la realidad.
Para mantener la piel a salvo de posibles manchas, arrugas o sensación de deshidratación, es importante seguir también ciertos cuidados que ayuden a calmar tu piel y a repararla tras la exposición al sol.
Extra Tip
Hidrata tu piel al final del un día de exposición con nuestra crema corporal.
Como conclusión, para preparar tu piel antes de tomar el sol hay cuatro puntos clave que no puedes olvidar: hidrata tu piel desde el interior, cuida tu alimentación, realiza una exposición gradual al sol y fotoprotege tu piel todos los días del año.