Cómo cuidar la piel cuando practicas deporte

No existen dudas sobre los múltiples beneficios que la actividad física le ofrece a la salud. Estos, por supuesto, incluyen a la piel, pero también puede verse perjudicada por lo que hay que tener ciertos cuidados de la piel a la hora de hacer deporte.

Hay que tener en cuenta que mientras realizamos ejercicio físico, los poros se abren favoreciendo la penetración del sudor, la grasa y los residuos que obstruyen el poro. Y que lamentablemente, también pueden aparecer irritaciones o roces debido al sudor. Todo esto sin contar que si realizamos ejercicio en el exterior y los efectos que la radiación solar puede tener en nuestra piel… ¡Parece que todo es malo! 

Nada más lejos de la realidad, no vayas a dejar de practicar deporte por tu piel, solo tendremos que adaptar nuestras rutinas con un orden y unos cosméticos adecuados para cuidar nuestra piel tanto antes como después de hacer deporte.

BENEFICIOS DE LA PIEL POR EL DEPORTE

Primero vamos a empezar con los múltiples efectos positivos en la piel derivados de practicar ejercicio físico, que bien veréis que contrarrestan los negativos:

• Se activa la circulación influyendo en una mayor oxigenación que mejorará el tono de la piel, su luminosidad y su calidad.
• La contracción muscular reduce la hinchazón y la retención de líquidos; y todo esto hace mejorar la celulitis.
• Se liberan endorfinas y reduciendo el estrés, lo cual también es un beneficio para la piel. Indirectamente esto ralentizará el envejecimiento de ésta.
• El ejercicio reduce los niveles de insulina, por los que aumenta el colágeno, retrasando así la aparición de arrugas.
• Realizar ejercicio al sol, siempre que se vaya bien protegido, también tiene efectos positivos para la salud de nuestra piel.

RUTINA DE CUIDADO DE LA PIEL HACIENDO DEPORTE

Ahora bien, ¿cómo combinamos la práctica deportiva con el cuidado de nuestra piel para que ésta no se vea perjudicada por sus efectos negativos?

Aunque cada piel es diferente siempre existen unos básicos que debemos de cumplir:

ANTES DEL EJERCICIO

La primera norma es iniciar la práctica deportiva con la piel lo más limpia posible. Como hemos dicho, el sudor hace que los poros se dilaten, por lo que las impurezas pueden penetrar y favorecer al acné. Incluso las irritaciones pueden aparecer por no llevar la piel completamente limpia.

Por esta misma razón, nunca hagas deporte estando maquillada solo impedirá a nuestra cara liberarse de las toxinas y provocar un exceso de sebo. Del mismo modo evita las cremas densas, mejor una ligerita para que no se te derrita la crema sobre los ojos.

Para evitar irritaciones por la fricción de los tejidos de la ropa en la piel, como sucede al correr en las axilas. Es útil aplicar crema lubricante en zonas específicas, como los glúteos, las axilas o los pies para evitar los roces.

Y por supuestísimo, si el deporte va a ser practicado al aire libre, usar siempre protección solar. La radiación solar puede causar manchas en la piel y cosas peores, como un melanoma. ¡Puedes también usar ropa blanca y gorra como filtro que desvíe los rayos solares!

Protege también tus labios con algún filtro UVA e hidrátalos frente al viento. Ya sabes que hasta en invierno la piel se expone a condiciones externas adversas que provocan sobre todo sequedad.

DESPUÉS DEL EJERCICIO

Tras finalizar la práctica deportiva es bueno bañarse con agua tibia, ya que si está muy caliente se elimina la grasa cutánea y se reseca más la piel.

Aunque con el agua solo no basta para eliminar los residuos nocivos que ha expulsado tu piel (especialmente los residuos del cloro de la piscina). Tu piel necesitará un gel que la limpie y la calme. Se recomienda la aplicación de geles elaborados a base de aloe vera. Los mismos permiten una fuerte hidratación sin aportar grasas y aporta calma después de la exposición solar.

Una vez nuestra piel ya limpia de cualquier residuo de sudor, con el rostro ya podremos seguir nuestra rutina habitual e hidratarla. Siempre estaría bien incluir un sérum con propiedades hidratantes y calmantes para recuperar toda la hidratación.

Y para terminar, el ingrediente más importante: ¡el agua! Recuerda beber mucho líquido transparente, antes, durante y después para asegurar la hidratación de tu cuerpo y de tu piel.